Esta mañana me he enterado de que Pinochet ha muerto. Aunque no soy un experto en política, y menos en la de otros países. Desde mis dos últimas estancias en Chile, las noticias de ese país me interesan mucho.
Una persona de Chile comenta sobre "el General" y dice que se alegró y se puso triste a la vez. Por un lado, siente alegría porque habrá un dictador menos y se cierra una etapa de la historia, pero por otro lado, se ha muerto sin que se hayan aclarado las desapariciones ni las torturas que se cometieron bajo su mandato.
Al escribir este artículo, recuerdo una discusión que tuve en 1999, en un albergue juvenil de París, con un chileno. En aquel momento, estaba todo el tema del posible juicio que iba a realizar el juez Garzón a Pinochet. Nuestra discusión iba porque yo defendía que debía ser juzgado, mientras que él decía que debían llevárselo a Chile y juzgarlo allí, porque si no, no se respetaba la soberanía del país. Recuerdo que la discusión fue bastante larga y que seguramente los 2 teníamos algo de razón y algo de sinrazón (como en casi todas las discusiones).
En mi opinión, deberían existir mecanismos internacionales que permitiesen realizar juicios a este tipo de personas y que pudiesen "saltarse" las soberanías nacionales.
1 comentario:
Absolutamente...Si en Chile no fueron capaces de Juzgar a semejante tirano, deberíamos recurrir a la justicia divina... Me refiero a la justicia Divinamente aplicada por el Juez Garzón cuando detuvieron a Pinochet en Londres. Si él no lo hubiese hecho hay muchas cosas que no habrían han salido a la luz, y en su vejez el dictador habría descansado en paz...cosa que no se merecía por cierto...Además, creo que para aplcar justicia divina, si Dios existe no puede hacerlo todo solo !!! tiene ayudantes y en este caso fue aplicada por vuestro compatriota. Gracias por eso!!!
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