Esta semana pasada me invitaron a formar parte de un comité externo de evaluación del programa de doctorado del Cork Institute of Technology, en Irlanda.
El trato fue exquisito y la experiencia fue muy gratificante por muchos motivos.
En primer lugar, porque me sirvió para conocer un poco mejor el sistema universitario irlandés, en segundo lugar porque me encontré con que el resto de miembros del comité eran una gente muy interesante, en tercer lugar, porque las personas encargadas de la organización lo hicieron todo increíblemente bien, y finalmente, porque el objeto a evaluar, el programa de doctorado (las instalaciones, los profesores y los alumnos) eran realmente muy buenos.
El caso es que en el Cork Institute of Technology tienen unas infraestructuras excelentes y además están rodeados de un montón de empresas tecnológicas que les facilitan las cosas. Los estudiantes de doctorado de Cork que entrevistamos estaban todos encantados de estar allí.
La ciudad de Cork es del tamaño de las ciudades que me gustan entre 100.000 y 300.000 habitantes, lo suficiente para no estar agobiado y tener una vida cultural activa. De hecho, por lo que pude ver, la vida "cultural" nocturna parecía muy animada. Seguramente porque coincidía que era el final de los exámenes y los estudiantes estaban festejándolo, pero las calles estaban llenas de grupos de chavales "contentos", y éso que era un martes.
La gente que conocí me confirmó la teoría que mantengo de que los irlandeses son una gente bastante amigable y con una caracter muy parecido al asturiano...por lo menos, el clima, el paisaje y gran parte de nuestra cultura son parecidos.
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