sábado, 31 de julio de 2010

Traffic


Creo que hace un par de semanas que terminé de leer el libro Traffic, de Tom Varnderbilt.

El libro lo encontré en una librería de aeropuerto y me llamó la atención la temática, un libro sobre el tráfico en general, describiendo cómo conducimos en plan serio, con muchos datos y referencias.

Dado que últimamente me paso bastante tiempo en la autopista entre Avilés, Oviedo y Gijón me pareció que me vendría bien conocer un poco más en profundidad el mundo de la conducción.

El caso es que el libro me gustó mucho. Evidentemente, no es que ahora conduzca mejor ni peor que antes, pero al menos he aprendido unas cuantas curiosidades y me ha servido para reflexionar un poco más sobre muchas situaciones que se producen mientras conduces.

Por ejemplo, una de las reflexiones que me gustó es cuando dice el autor que en realidad el coche no es más que una proyección de nosotros mismos y que el problema es que tiene pocos mecanismos para que nos comuniquemos. Cuando conducimos, nos gustaría comunicarnos con el resto de personas que conducen de alguna forma, pero con los coches habituales es muy difícil establecer esas comunicaciones. Muchas veces hacemos gestos como levantar la mano, mirar al de al lado, pitar, etc. para intentar decir nuestras intenciones, pero esos gestos pueden ser malinterpretados. Es un sistema en el que carecemos de muchos elementos para comunicarnos y por tanto es muy fácil que haya equivocaciones.

Como dice él, cuando conducimos en una autopista, por ejemplo, lo habitual es que estemos mirando al culo del coche de enfrente, y ése a su vez al del coche siguiente, lo cual genera una mayor frustración para comunicarnos. Es como cuando intentas hablar con alguien que te da la espalda y se va.


Otra afirmación con la que coincido es cuando dice que una de las posibles causas de que haya países con fama de que se conduce mal, es la corrupción. En los países en los que los agentes de tráfico pueden "saltarse" la ley, es más proclive a que el resto de la gente también se la salte.


El libro trata otros temas, como el cambio de carriles, las mujeres, las rotondas, las diferencias de conducir entre países, los diseños urbanísticos, etc. que como ya dije me hicieron reflexionar bastante y en los que coincido con el autor en la forma de verlos.

También he visto que el autor mantiene un blog llamado how we drive que tiene buena pinta.

Como es habitual, dejo unos párrafos extraídos del libro:

There is a simple mantra you can carry about with you in traffic: When a situation feels dangerous to you, it's probably more safe than you know; when a situation feels safe, that is precisely when you should feel on guard. Most crashes, after all, happen on dry roads, on clear, sunny days, to sober drivers.
We have deemed the rewards of mobility worth the risk. The fact that we're at the wheel skews our view. Not only do we think we're better than the average driver -that "optimistic bias" again- but studies show that we think that we're less likely than the average driver to be involved in a crash. The feeling of control lowers our sense of risk. What's beyond out control comes to seem riskier, even though it is "human factors", not malfunctioning vehicles, faulty roads, or the weather, that are responsible for an estimated 90 percent of crashes. 


 

jueves, 22 de julio de 2010

Alex

Esta mañana, a las 10:55h nació Alex (sin más, no Alejandro, simplemente Alex), pesaba 3kg500gr y todo fue bastante bien.

El nombre de Alex surgió casi de forma espontánea después de probar con un montón de combinaciones. Los padres éramos conscientes de que puede llevar a equívocos porque la forma "Alejandro" es más popular y porque los apellidos que le siguen no son precisamente fáciles. Pero bueno, nos gustaba así, y así se quedó.

Desde que decidimos ese nombre, encontramos varias coincidencias curiosas, por ejemplo, este año ha aparecido un huracán llamado Alex, un hijo de Ana Obregón también se llama Alex y la protagonista del libro Deaf sentence que estoy terminando de David Lodge también es Alex.

sábado, 17 de julio de 2010

Generaciones X, Y, Z, alpha?

Hace un momento, me llamaron de la RPA para preguntarme sobre las tecnologías y las nuevas generaciones.

Al parecer, el tema surgió por la publicación de un estudio titulado The Now Generation realizado por el Instituto Tecnológico del Juguete.  En dicho estudio creo que habla de que los niños actuales son superconsumidores y que acceden a las nuevas tecnologías desde edades cada vez más tempranas. Lamentablemente, intenté acceder al estudio original por Internet pero no lo pude encontrar, lo cual es triste, porque además, encontré varias referencias a blogs y noticias pero todas ponen lo mismo, como si se copiasen unos a otros.

De todas formas, indagué un poco más por mi cuenta sobre el tema de las generaciones y encontré algo de información en la queridísima wikipedia. En ella se habla de la generación X, la generación Y y la generación Z. También me pareció interesante un artículo recopilatorio que habla sobre el concepto de generación en sí mismo y que incluye una lista de generaciones.

Tomé unas notas de los rasgos que me parecieron más representativos:

Generación X (años 1961-1981), o sea, yo estaría ahí. Es la generación que nació con la TV y también se les llamó generación del baby boom. Algunos (sobre todo los que ahora somos informáticos) tuvimos una exposición tardía al ordenador, aunque todos crecimos viendo video-clips (también se la llama generación MTV).

Generación Y (años 1974 - 1999), también llamados millenials. Acceden al ordenador desde mucho más pequeños, también han crecido con los video-juegos. Se populariza el uso de internet y de las redes P2P y la posibilidad de compartir música. Ya no es difícil acceder a discos "raros" y comienza la cultura del nicho y la identificación personal (importancia del yo). Síndrome de Peter Pan, tendencia a vivir con sus padres.
Muchos de ellos estudiaron carreras universitarias (masificación de la Universidad) y vieron que tener un título universitario no era un elemento de valor sobre otras profesiones.

En otro ámbito, es una generación que practicó deporte desde pequeños, por lo que tienen una excesiva cultura del trofeo (incluso aunque sea un trofeo simplemente por participar). En las empresas, se dice que buscan la recompensa rápida.

Generación Z (1994-2005), también llamada Generación Now, generación Net, o nativos digitales. Han nacido con ordenadores y acceso a internet en sus casas. Incluso ven cómo los ordenadores con acceso a Internet se llevan en el bolsillo (ejemplo, el IPhone). Buscan el acceso instantáneo a la información (Google, Wikipedia) y tienen una alta dependencia de la tecnología. Establecen amistades y participan en comunidades virtuales: tuenti, facebook, twitter, mensajería instantánea, etc. Juegos online.

Lecturas rápidas de mensajes instantáneos. Popularidad del déficit de atención y la falta de concentración en una misma tarea.

La carrera y los estudios ya no son tan importantes. Poco interés en el esfuerzo (ejemplo, caída de matrículas en las ingenierías). Estudian y trabajan de forma diferente, con búsqueda al acceso instantáneo a los datos y con conocimiento de las nuevas tecnologías (son nativos digitales). Nuevo concepto de privacidad.  Cultura de la deconstrucción y los mashups. Construyen algo a partir de trozos de otras cosas.

Por supuesto, los rasgos anteriores son generalizaciones y este tipo de etiquetas no hay que tomarlas muy en serio, pero más o menos, según los escribía, podía identificar ejemplos de conocidos que cumplen con dichos rasgos.


Un blog que me pareció interesante sobre el tema es de digital natives, donde leí algunos artículos que me gustaron, especialmente me llamó la atención el artículo: My parents joined facebook: personalized clubhouses and divergent social norms online.


También he visto que ya han bautizado la generación siguiente, diciendo que sería la generación Alpha y que estaría muy bien preparada pero serían todos obesos.