Como ya me ha pasado varias veces, las declaraciones me las tomaron llamándome al móvil el viernes pasado. Como me pilló de viaje a Navarra, no lo cogí hasta que llegué al hotel y pude devolver la llamada improvisando las respuestas.
En estos casos, suele pasar que uno suelta lo primero que se le ocurre sin saber bien el contexto ni lo que han dicho las otras personas que han entrevistado, así que las declaraciones no acaban de encajar unas con otras y es el periodista el que tiene que andar pegándolas.
Yo dije unas cuantas cosas que no aparecen, pero bueno, más o menos, lo que sale publicado sí lo dije, así que no me quejo.
Sobre el tema, los expertos en temas de derecho muestran la imagen más dura de Internet y sacan temas que me parecen interesantes, como el derecho al olvido, la protección de datos, etc. que yo no me atreví a sacar.
Mis declaraciones son un poco más sencillas y reflejan lo que pienso, que Internet es un reflejo de nosotros mismos, es simplemente una tecnología, que facilita hacer algunas cosas que siempre se hacían a escala local, pero ahora a escala global.
También saqué el concepto de la aldea global, que en mi opinión, es lo que facilita el uso de Internet y las redes sociales. En mi opinión, mediante el uso de la Web y las redes sociales, nos vamos pareciendo cada vez más a las aldeas pequeñas, en las que casi todo el mundo se conoce y se cotillean unos a otros. Ahora mismo, pasa lo mismo, pero a escala global.
Es decir, el ser humano siempre tiene tendencia a cuchichear de los datos íntimos de sus amigos y vecinos, la diferencia es que antes se solía hacer en un ambiente más pequeño, con la familia, los amigos y los vecinos. Ahora, con las redes sociales, uno lo puede extender a conocidos que pueda tener en el otro lado del mundo.
Sobre el concepto de aldea global, estuve rebuscando un poco, y el autor es Marshal McLuhan hacia el año 1960, mucho antes de la Web, en el libro La Galaxia Gutemberg. En palabras de McLuhan:
Pero a partir del telégrafo y la radio, el globo se ha contraído, especialmente, al tamaño de una aldea grande. El tribalismo es nuestro único recurso desde que se produjo el descubrimiento del electromagnetismo.
En ese sentido, creo que con la Web nos acercamos a esa aldea grande, para bien y para mal. En las aldeas, todos se conocen y se critican, pero también se ayudan y comparten conocimientos.
Durante la conversación, la periodista me preguntó si había tenido alguna experiencia negativa en la Web. Le dije que en general no, quitando algunos comentarios anónimos en el blog, y algunas otras experiencias, mi valoración global de la Web es completamente positiva. Vamos, la Web es un facilitador de muchas cosas que antes serían impensables.
Al final de la conversación, la periodista me pidió consejos para los usuarios de Internet, y mi consejo es que la gente actúe en Internet como si estuviesen rodeados de un montón de gente, que no piensen que lo que escriben es anónimo y sólo lo va a leer el destinatario. Al revés, casi todo lo que hacemos en la Web deja rastro, y por tanto, debemos ser conscientes de ello antes de lanzarnos a insultar o hacer alguna otra barbaridad. En las aldeas todos se conocen y es más difícil comenter delitos de forma anónima.
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